Monday, November 14, 2005

NO, NO QUEREMOS Y NO DEBEMOS BAJARNOS DEL MUNDO

(Publicado en AREAMINERA noviembre 2005)

LA COLUMNA DE RAUL F. CAMPUSANO
Editor Internacional

Hace unos días atrás, hacia el final de una reunión amplia en la que se discutía políticas públicas mineras, un asistente, de pié y con el brazo en alto, propuso acabar con todos los gastos y pagos que Chile hace en las varias organizaciones internacionales que de una u otra manera trabajan en temas relacionados con la minería. Señaló el asistente aludido que cada año el país entregaba millones de pesos a organizaciones extranjeras que, a su vez, otorgaban esos dineros a investigadores extranjeros del primer mundo y que, de esta forma, Chile subsidiaba a tales investigadores en circunstancias que dentro del país había un gran número de investigadores altamente calificados y que, sin embargo, no podían realizar investigación ya que carecían de fondos para ello. A mayor abundamiento, el entusiasta proponente agregaba que para tomar estas decisiones y hacer los cambios propuestos, no se necesitaba ley alguna y que solo se requería la voluntad política de hacer el cambio, esto es, suspender todas las contribuciones que el país hace a organizaciones internacionales relacionadas con la actividad minera. En el público, varias personas asentían con entusiasmo y casi termina sus palabras con un aplauso. La persona mencionada no lo dijo, pero estaba subyacente en sus palabras que consideraba una pérdida de dinero y energía las contribuciones que Chile hace a los distintos organismos internacionales y que tal dinero podía ser mejor empleado en casa.

Me sorprendió la propuesta y me sorprendió el aparente apoyo que suscitó. Me sorprendió primero porque tanto el proponente como el público pertenecen al sector minero nacional y conoce la realidad del negocio minero, sus posibilidades y sus amenazas. Me sorprendió también porque durante la reunión, que fue larga, esta fue la única vez en que el tema internacional se mencionó en forma directa y como argumento central.

A partir de la historia narrada, quisiera hacer una reflexión sobre los aspectos internacionales de la minería chilena. Básicamente, a través de esta reflexión me gustaría responderle al entusiasta del aislacionismo que no es una buena idea cortar los flujos de aportes y de esta forma nuestra presencia y participación en los foros internacionales donde se discuten y deciden materias relacionadas con el negocio minero. Decirle que no es una buena idea que dejemos de ser un actor en el plano internacional, que dejemos de hacer oír nuestra voz, que dejemos de presentar nuestra ciencia y nuestros hallazgos, que dejemos de conocer mejor a nuestros aliados, clientes y adversarios, que no es una buena idea que la sociedad internacional deje de saber de nosotros y termine olvidándonos.

Lo primero que salta a la vista al observar nuestra minería es que se trata de un negocio de exportación. En efecto, los grandes volúmenes producidos periódicamente tienen como destino casi en su totalidad los mercados internacionales y no el mercado interno, que es bastante pequeño. De esta forma, el negocio minero funciona debido a que mercados extranjeros adquieren nuestro mineral. Y los mercados internacionales no son estáticos ni uniformes. En efecto, los distintos mercados exhiben significativas diferencias en cuanto a sus requerimientos tanto del producto como del proceso a través del cual el producto es producido. Y van sufriendo modificaciones en el tiempo. Piense por ejemplo en la época en que se nos abrió el mercado de Japón, observe cómo se está desarrollando el mercado chino y proyecte las posibilidades futuras del mercado indio. Recuerde la historia del Sistema General de Preferencias de Estados Unidos y las varias presentaciones a la Oficina de Comercio, tema superado por la firma del TLC con ese país, o reflexiones sobre las exigencias ambientales europeas y en particular hoy con su programa REACH. No, los mercados son dinámicos y llenos de sorpresas, oportunidades y complejidades. Y hay que conocerlos.

Una segunda peculiaridad que se puede observar al analizar la minería es la siempre presente necesidad de descubrir nuevos usos de los metales que de alguna manera generen un balance frente a los avances de sustitutos, en el caso de Chile, del cobre. Precisamente son organizaciones internacionales como la International Copper Association (ICA) las que desarrollan un arduo trabajo identificando (y creando) nuevas aplicaciones para el cobre.

Una tercera característica de los mercados de metales es la estrecha relación entre productos mineros y medio ambiente y salud de las personas. Todos en el sector minero nacional recuerdan (la verdad, no sé si lo recuerdan, pero creo que debieran recordarlo) aquellos años luego de nuestra firma de la Convención de Basilea en que algunos compuestos de cobre fueron considerados residuos peligrosos y de esta forma, sometidos al sistema de la convención, y todos los trabajos y esfuerzos que se hicieron para revertir tal situación. Y también debiera recordarse el tema de las cañerías de cobre para el agua potable en Europa y la acusación al cobre de ser tóxico. Y tantas convenciones e iniciativas ambientales en que la premura, el exceso de entusiasmo, la aplicación afiebrada del principio precautorio o simplemente la mala ciencia colocaron al cobre en el banquillo de los acusados, como aquella negociación en el contexto de la Organización Marítima Internacional de una convención sobre responsabilidad e indemnización de daños en relación con el transporte marítimo de sustancias nocivas y potencialmente peligrosas (HNS Convention) con protocolo de responsabilidad y compensación y todo, en la que los proponentes habían tomado prestada una lista de otra convención que se ocupaba del transporte seguro de substancias y que incluía, entre muchos otros, a los concentrados de cobre. También debe recordarse la participación del sector minero en convenciones derivadas de la agenda química como la Convención de Rótterdam y la Convención de Estocolmo. En síntesis, el sector minero participa en las conversaciones, discusiones y regulaciones relacionadas con la protección ambiental y la salud de las personas promoviendo decisiones basadas en ciencia sólida y bajo criterios de racionabilidad y equilibrio.

Un cuarto aspecto dice relación con la participación en foros internacionales en los que se discuten políticas públicas mineras como es el caso de la Reunión Anual de Ministros de Minería de las Americas (CAMMA), y la Reunión de Ministros de Minería de APEC, cuya segunda versión, en Corea, acaba de tener lugar y que contó con una destacada participación nacional. Y hay tantos otros foros relevantes como el International Council on Metals and the Environment (ICMM), el Grupo Internacional de Estudios del Cobre (GIEC), el Grupo Experto en Minería de APEC (GEMEED), la Alianza Post-Minera, etc. En este contexto, quisiera destacar particularmente la experiencia del Programa de Minería, Metales y Desarrollo Sustentable (MMSD), posiblemente la iniciativa global de reflexión sobre minería más grande y relevante de la historia. Así, son tantos los frentes que por espacio he tenido aquí que priorizar algunos sin su adecuada presentación, pero creo que los ejemplos dados son suficientes para apreciar el argumento.

Pues bien, en cada una de las iniciativas, grupos, conferencias y sistemas mencionados, Chile ha participado y ha sabido dar a conocer y posicionar el interés nacional y sectorial, armonizándolo con otros intereses y con los intereses globales en forma generalmente adecuada. Y este ha sido y sigue siendo un gran esfuerzo, con poco presupuesto y con mucha entrega personal de cada una de las personas que le ha tocado representar al país. Debiéramos abandonar todo esto, negándonos a reconocer la naturaleza internacional del negocio minero y de los tiempos de globalización en que nos ha tocado vivir? No, claramente no. No queremos y no debemos bajarnos del mundo.

2 Comments:

At 6:00 AM, Blogger alex said...

Está claro que nunca hay que bajarse ni cerrar puertas, siempre será mejor regular que reprimir.
Este posteo sirva para que no se encuentre sólo, rodeado por cerosiunos y me permito recomendarle no encriptar los contenidos

Atentamente,
Alex Nercellas Pérez

 
At 6:00 AM, Blogger alex said...

Está claro que nunca hay que bajarse ni cerrar puertas, siempre será mejor regular que reprimir.
Este posteo sirva para que no se encuentre sólo, rodeado por cerosiunos y me permito recomendarle no encriptar los contenidos

Atentamente,
Alex Nercellas Pérez

 

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